Así se comportará el consumidor de seguros cuando acabe el estado de alarma
Isidre Martínez Ivars, de Global Actuarial, ha elaborado un estudio en el que analiza las nuevas motivaciones de compra que surgirán cuando acabe el estado de alarma y los nuevos comportamientos que tendrá el consumidor de seguros en la época post-Covid-19.
El informe indica que la facturación del sector asegurador, en primas No Vida, en relación al PIB, mantiene en la última década un porcentaje muy estable de alrededor del 2,9% del PIB, y por lo tanto la evolución del PIB determinará su evolución : «Además, existen al menos dos variables fundamentales que definirán la estimación del PIB: Duración del Estado de Alarma, y velocidad de recuperación de cada uno de los sectores económicos».
A continuación se relacionan las principales tendencias Post-Covid-19 del consumidor de seguros:
- Descartando previsiones extremas, podríamos estimar que la variación del PIB prevista, y por tanto la caída de primas No Vida para 2020, podría estar en una horquilla de entre el -5% al -10%. El incremento de primas No Vida tiene históricamente, cierto decalaje respecto a los incrementos de PIB, es decir, sobre la economía real, el seguro se comporta de forma diferida a la variación del PIB, por lo que es previsible que además de 2020 se vea afectado también 2021.
- Interés creciente del consumidor por los ramos Personales, Vida Riesgo, Decesos y Salud, aunque faltará concretar en éste último ramo, el desarrollo entre el ámbito privado y/o público.
- Alta valoración del seguro del Hogar, pues las casas se han convertido en el centro de la vida de las personas, más que nunca.
- Seguros de mascotas en alza.
- Una vez los concesionarios vuelvan a abrir sus puertas, habrá una oleada de ofertas y/o descuentos especiales, intentando compensar las ventas de automóviles perdidas en el período del Estado de Alarma, aspecto que podría reanimar la nueva producción de Autos.
- Las actividades relacionadas con turismo, restauración, hostelería, viajes, transporte de personas, textil, tetail, perfumerías, peluquerías, centros de estética, joyerías, relojerías, artículos de regalo, auto-escuelas, gimnasios, ocio nocturno, clínicas dentales, ffsios, ópticas, educación, cultura, etc… van a sufrir recortes muy importantes de sus ingresos, por lo que sus comportamientos en seguros, tanto a nivel particular como de empresas, se verán muy afectados.
- La digitalización del consumidor, tanto en particulares como en pymes y empresas, elevará la necesidad de proteger la conectividad y las bases de datos de ataques de Cyber riesgos (estafas, tarjetas de crédito, suplantaciones, delitos, etc..).
- Mayor uso de los comparadores para conseguir mejores precios en los productos “Commodity”.
- Aprovechamiento de las videoconferencias para el trato personal y profesional, como nuevo canal de comunicación con el consumidor.
- Dirección hacia el ahorro estable, es decir sin las últimas variaciones de los mercados financieros, como factor de previsión ante futuros rebrotes de la pandemia.
- Orientación de las inversiones a sectores “ganadores” del Covid-19: tecnología, telecomunicaciones, energía, alimentación, farmacia, etc.
- Las inversiones en Renta Fija sufrirán una debacle con el incremento de las primas de Riesgo de los países a causa del aumento del endeudamiento y se alcanzarán cifras récord de Déficit Publico.
- Priorizar la categoría y reajuste de productos, activar, reforzar y coordinar las capacidades de respuesta inmediata (onlune) con los consumidores y/o distribuidores.
- Activar opciones de pago a distancia: tarjeta de crédito, pago con el móvil, etc… para todos los productos.
- Generalización de la telemedicina y la teleconsulta online, así como usos preferentes de teleasistencia: Autos, Hogar, Salud, etc…, áreas donde se aporta más “Experiencia del Cliente” y menos definición de producto.