Avanzando en la clasificación de lesiones en accidentes de tráfico
Por Carlos Represas, director de Innovación y
Expedientes Complejos de Promede
El origen del Sistema Clasificador de Lesiones (SCL) de Promede es el resultado de un exhaustivo análisis de los sistemas actuales de nomenclatura de las lesiones en accidentes de tráfico más habituales en el entorno asegurador, desde las propias compañías aseguradoras hasta los prestadores de la asistencia a los accidentados.
Tras este análisis hemos observado que no se utilizan codificaciones estándar con índices de gravedad de las lesiones sufridas por los accidentados, lo que hace imposible una investigación profunda desde la forma de optimizar la asistencia médica hasta la posibilidad de implementar tecnologías predictivas, incluso la investigación que permita aportar medidas de mejora de la seguridad vial desde el mundo asegurador.
El SCL compendia los sistemas vigentes de codificación de lesiones (CIE 9/10) y los relaciona con los indicadores de gravedad que se manejan en la investigación de los accidentes de circulación, en las directivas europeas de notificación de la gravedad resultante de un accidente de circulación y con el estado de la ciencia.
Aporta una actualización necesaria en donde el dato de calidad puede ser utilizado para mejorar los procesos que se inician desde el mismo momento del accidente, sobre todo en las obligaciones de las aseguradoras en cuanto a provisiones técnicas y optimización de la asistencia sanitaria derivada de un accidente de circulación.
Implementamos escalas de gravedad validadas por la comunidad científica, que se vienen utilizando en la investigación de la gravedad de los accidentes, incluso en la homologación de vehículos y dispositivos de seguridad. Se podrá conocer desde el
momento inmediato al accidente, minuto cero, la gravedad previsible de los ocupantes del vehículo, lo que es imprescindible para optimizar los recursos sanitarios. En otros países, la utilización de estos dispositivos relacionado la gravedad de las lesiones mediante las escalas que utilizamos y las magnitudes físicas del accidente, han demostrado su utilidad disminuyendo la mortalidad de los lesionados graves al optimizar el triaje prehospitalario. Tendremos información válida, datos de calidad acerca de la gravedad de las lesiones sufridas en los accidentes de circulación, que nos permitirán hacer estudios de investigación para mejorar la seguridad vial.
Hasta la fecha, las aseguradoras (en los casos de daños corporales por accidentes de circulación) establecen las provisiones técnicas en base a estudios estadísticos, criterios actuariales y, sobre todo, en base a la valoración que realizan las redes de peritos médicos, bien propios, bien externos. Estas valoraciones suelen ser perito dependiente y las variaciones medidas entre diferentes peritos alcanzan valores muy pobres de consistencia. A esto debemos añadir la complejidad que ha traído el nuevo sistema de valoración de daños (Ley 35/2015).
El SCL permitirá generar herramientas predictivas, como el PAL (Promede Algorithm), que facilitarán la gestión de las provisiones técnicas a las aseguradoras, además de optimizar la gestión del siniestro y agilizar las indemnizaciones a las víctimas. El SCL y el PAL son dos proyectos que ocupan nuestro tiempo hasta la fecha. Estamos totalmente volcados en ellos y aunque existen otras ideas en el horizonte, siempre relacionadas con estas dos herramientas, nuestro futuro inmediato pasa por continuar con el desarrollo de
ambos.