Cesce ha solicitado que se destine el 100% del Fondo de Emergencias que firmó con Cruz Roja a finales del año pasado, un importe total de 40.000 euros que será donado a las víctimas del devastador terremoto acaecido en Turquía y Siria para paliar sus consecuencias. El seísmo se ha convertido en el más fuerte registrado en Turquía desde 1936, alcanzando la calificación de 7,7 en la escala Richter y se calcula que ha afectado a unas 18,5 millones de personas por las ciudades donde se ha detectado actividad sísmica.

En palabras de Fernando Salazar, presidente ejecutivo de Cesce, «la firma del convenio de colaboración con Cruz Roja tenía como objetivo dar una respuesta rápida y eficaz a las catástrofes que nos asolan. El terremoto del pasado día 6 nos ha conmocionado por la brutalidad de sus consecuencias y desde Cesce queremos aportar nuestro granito de arena para paliarlas en la medida de lo posible».

Cesce encadena más de diez años de colaboración con Cruz Roja, a través de donaciones de sangre de sus empleados de manera recurrente. Además, en los últimos dos años la entidad aseguradora ha realizado dos donaciones a Cruz Roja: para la catástrofe del volcán de la Palma, en octubre y diciembre de 2021, y para las víctimas de la guerra de Ucrania, el pasado 2022. Ante  estas situaciones súbitas, Cesce decidió que su colaboración con Cruz Roja fuera a través de aportaciones al Fondo de Emergencias para proporcionar agilidad ante las catástrofes. La aportación a Cruz Roja será repuesta por Cesce tan pronto sea administrativamente posible.

Estas acciones se enmarcan dentro de la política de RSC de Cesce con la que pretende extender su compromiso con la sociedad. Asimismo, se busca sumar en el impulso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

En este caso, se atienden a los siguientes objetivos: fin de la pobreza (ODS 1), salud y bienestar (ODS 3), trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8) y reducción de las desigualdades (ODS 10).

Las distintas iniciativas emprendidas por Cesce muestran el cumplimiento de los valores éticos que imperan tanto en la actuación de la compañía, definida como responsable y comprometida con los Derechos Humanos, el Medio Ambiente y la Sociedad, como en los comportamientos de sus empleados y empleadas, cuyos valores son la lealtad, honestidad, responsabilidad y la integridad.