Distribución de seguros: una oportunidad profesional y de negocio para el asesor financiero
En los últimos años, un número cada vez mayor de agentes y de asesores financieros se están haciendo corredores o, incluso, los más osados, hasta poniendo en marcha su propia correduría de seguros. Muchos de estos profesionales se han dado cuenta no solo de que su desempeño profesional es perfectamente compatible con la distribución de seguros, sino que su principal aval es la relación de confianza que establecen con sus clientes, por lo que nada mejor que seguir gestionando con ellos personalmente esa atención excelente que suele caracterizar el trabajo de un amplio número de asesores.
Desde una óptica profesional, dar el paso y adquirir también el rol de corredor de seguros ofrece una serie de beneficios muy relevantes, como aportar un elemento diferenciador frente a la competencia, fidelizar todavía más a su nicho de clientes mientras se refuerza su halo de independencia y, por supuesto, aumentar la capacidad de generación de ingresos gracias a las comisiones que se pacten con las entidades aseguradoras en la renovación de las pólizas de los clientes.
Nuevas necesidades de certificación
En 2020, vio la luz el Real Decreto-ley 3/2020 de medidas urgentes, en el que se incluyó la nueva normativa en materia de Distribución de Seguros que traspuso la Directiva 2016/97 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de enero de 2016, sobre la distribución de seguros, más conocida como la IDD. De esta manera, se derogaba la Ley 26/2006 de Mediación de Seguros y Reaseguros Privados. A partir de su aprobación, todo profesional que trabaja directamente en la distribución de seguros en España, está regido por esta nueva normativa.
El principal objetivo de la ley, inspirado en la Directiva en la que se basa, es el de establecer mecanismos que faciliten un mercado único de seguros en toda Europa. Entre las medidas para lograrlo, se encuentra la de reforzar los requisitos de organización y competencia profesional, así las obligaciones de información y normas de conducta que deben de seguir los distribuidores de seguros. En virtud de ello, se aprobó unos meses más tarde el Real Decreto 287/2021, de 20 de abril, que determina los conocimientos y las aptitudes que deben tener los distribuidores de seguros, teniendo en cuenta la responsabilidad, la complejidad del producto y la actividad profesional que desempeñen.
Esta norma tiene como principal misión velar por los intereses de los asegurados garantizando que los distribuidores de seguros tienen los conocimientos necesarios sobre los productos que venden y que se adecúan a las necesidades reales de sus clientes. Además, se ocupa de proteger que los consumidores reciban una información adecuada sobre los precios y las coberturas y que comprenden de manera suficiente los seguros que se les ofrecen.
Bajo estas premisas, la norma determina tres niveles de formación inicial: los responsables de distribución en aseguradoras, operadores de banca seguros y corredores de seguros y reaseguros deberán acreditar 300 horas de formación; los agentes de seguros y empleados de aseguradoras que presten asesoramiento deberán acreditar 200 horas; mientras que los agentes y empleados que únicamente ofrecen información deberán contar con 150 horas de formación. Además, se establece la exigencia de mantener una formación continua para todos los niveles anualmente de entre 15 y 25 horas anuales.
Una oportunidad para el asesor profesional
Los corredores de seguros individuales (en el que se enmarcan la mayoría de los asesores que desean incorporar la distribución de seguros a su portfolio de actividades) y los responsables de la distribución de seguros en las corredurías se enmarcan dentro del Nivel 1.
El nuevo marco normativo reduce las horas de formación inicial para obtener el título como distribuidor de seguros a 300 en su modalidad semipresencial, lo que favorece que los profesionales lo puedan completar sin que ello afecte en exceso al desempeño de sus actividades. De este modo, le será posible incluir entre las recomendaciones para sus clientes productos como Unit Linked o seguros de Vida Riesgo, que casan a la perfección con las estrategias de ofrecer una correcta planificación financiera en el largo plazo configurando cestas con riesgo limitado o estructuras con protección de las primas invertidas. Es decir, productos que suponen una alternativa de inversión a otros más conservadores, como los depósitos bancarios, pero con la promesa de una cierta rentabilidad en momentos de incertidumbre, como los que se viven en la actualidad en los mercados.
De igual modo, la situación sanitaria actual ha elevado la demanda sobre productos como salud, ya que la protección de la familia ahora mismo se ha convertido en una prioridad mayor si cabe para las personas.
Los asesores financieros que deseen obtener el Nivel 1 de formación como distribuidor de seguros, tienen la posibilidad de lograr la certificación oficial habilitante para ejercer la profesión completando el curso que pone a su disposición Apromes a través de este enlace.