El corredor de Atrio explica la vertiente aseguradora del robo de botellas de vino
Jorge Sánchez Castañón, gerente de la correduría del mismo nombre situada en Zafra, miembro de Cojebro, ha explicado a El Periódico de Extremadura la vertiente aseguradora del caso del robo de botellas de vino en el restaurante cacereño Atrio, tras la detención en Croacia de los dos presuntos autores de la sustracción: «Un acuerdo rápido que se ha cerrado apenas 48 horas después de la detención permitirá que este hotel cacereño de cinco estrellas, con su restaurante de dos estrellas Michelín, recupere las botellas que pudiera encontrar la policía, del total de 45 que fueron robadas en la madrugada del pasado 27 de octubre, por valor de 1,6 millones de euros. Simplemente tendrá que devolver la indemnización que recibió en marzo por parte de la aseguradora tras la sustracción. De tal modo que el hotel no deberá pagar ningún importe más, pese a que en el sector se sabe que las peripecias de esos vinos de lujo, que han protagonizado un robo especialmente mediático con persecuciones policiales por media Europa y difusión en prensa, radio y televisión, subirían claramente de precio si alguna vez son hallados».
Sánchez Castañón declara al diario que conoce personal y profesionalmente a José Polo y Toño Pérez, titulares de Atrio Relais & Châteaux, desde hace tres décadas: «Si apareciesen las botellas sería para ellos un éxtasis de felicidad porque estos vinos forman parte del alma de su bodega. Aunque su mayor ilusión es recuperar todas para poder cerrar este episodio, volver a tener cualquiera de ellas también supondría mucho. Han sufrido bastante con todo lo ocurrido».
Grupo Atrio tiene depositada su confianza desde hace años en esta correduría de seguros extremeña, que le asesora sobre las distintas coberturas y garantías de sus bienes. El robo fue un duro golpe para el restaurante, «que posee una de las bodegas más importantes y singulares en el sector de restauración a nivel mundial», detalla Jorge Sánchez Castañón. Nada menos que 3.400 referencias de todo el planeta. Por ello, tras la sustracción, y tras analizar las circunstancias con peritos y con los propios investigadores privados, la correduría medió con la compañía para llegar a un acuerdo y pagar una indemnización al restaurante Atrio por los vinos.
«Pero de forma sorpresiva e ilusionante, la policía detuvo el pasado martes a los dos presuntos delincuentes en Croacia», subraya Jorge Sánchez Castañón. «Nada más conocer la noticia, rápidamente llamamos al CEO de la compañía aseguradora para llegar a un acuerdo», revela. Eran momentos determinantes al tratarse de objetos de altísimo valor que de nuevo tenían la posibilidad de aparecer en las próximas semanas o meses. Aunque no es muy probable, de hecho no lo es, en dos días quedó establecido el nuevo acuerdo: «Si se hallaran todas, algunas o cualquiera de las botellas, se restituirían a Atrio a cambio de que devolviera la indemnización».
Y esto podrá hacerse porque, en marzo, el pago de esa indemnización al hotel no se hizo por los 45 vinos de forma global, sino por el coste de cada uno. «Como cada botella está referenciada con un valor unitario, se podrán ir devolviendo si la policía las va encontrando», aclara el profesional. El derecho de reclamación ante la autoridad judicial lo seguirá teniendo la compañía en caso de que aparezcan, pero regresarían a sus vitrinas de Atrio.
Otro aspecto destacado radica en que la aseguradora no cobraría ningún importe o añadido, solo la devolución de la indemnización, por entregar tan nobles caldos al hotel extremeño. Y ello pese a que esos vinos tendrían un precio superior. «Si aparecieran una o varias botellas, subirían de valor por el simple hecho del robo tan mediático que han experimentado», reconoce Jorge Sánchez Castañón. «De ahí la importancia del acuerdo conseguido. Hemos logrado que la aseguradora no aprecie ningún valor añadido sobre los vinos, al entender el derecho sentimental de Atrio sobre ellos, como alma de su bodega. Volverían a su lugar sin ningún beneficio económico para la compañía», concluye el corredor.