Expertos abogan por un código deontológico para determinar si el perito ha incurrido en delito
unPromede ha puesto de manifiesto durante la segunda sesión de la tertulia médico-jurídica ‘Concepto actual de objetividad e imparcialidad del perito médico: Responsabilidad del perito por falta de objetividad’, que el perito médico ideal debe ser objetivo e imparcial en su actuación; además, lo esperable es que realice un informe útil y aclaratorio siguiendo las normas deontológicas y legales. Sin embargo, esto no es siempre así y, por tanto, el profesional puede incurrir en responsabilidad profesional (penal, civil, deontológica y disciplinaria). En la sesión se hizo especial hincapié en las dificultades existentes a la hora de demostrar si el perito ha incurrido en un delito y en la relevancia de apostar por las normas deontológicas y seguir una metodología en la elaboración del informe que permitan poner límites a todas las situaciones de falta de objetividad en los casos de responsabilidad penal.
En la jornada moderada por María Rodríguez de Alba, directora de Responsabilidad Sanitaria de Promede, y que ha contado con el Dr. Manuel Moya, director de Docencia de Promede, como relator, participaron Ofelia de Lorenzo, socia directora del área Jurídico-Contenciosa en De Lorenzo Abogados y Presidenta de la Asociación Española de Derecho Sanitario (AEDS); Íñigo Cid-Luna, partner de DAC Beachcroft; Carlos Sardinero, fundador de Sardinero Abogados; el Dr. Carlos Represas, director de Innovación y Expedientes Complejos de Promede; y Lucía Cristea, magistrada suplente en la sección Penal de la Audiencia Provincial de Baleares y presidenta de la sección de Derecho Sanitario del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona.
Durante la sesión los expertos explicaron que la obstrucción a la justicia, la declaración falsa, la alteración de la verdad, la emisión de documentos falsos o el incumplimiento del secreto profesional son algunos de los delitos más comunes que puede cometer un perito médico. No obstante, también se hizo hincapié en que estos profesionales pueden realizar delitos generales, que no solo se aplican a su especialidad y que la sanción está personalizada en cada caso. En este sentido, se explicaron casos reales por incumplimiento del secreto profesional, delitos contra la intimidad o revelación de secretos que han llevado a penas de cárcel por acceder sin consentimiento, por ejemplo, a la historia clínica de otros profesionales o pacientes.
Otro aspecto introducido por los participantes fue la complejidad de dilucidar si realmente se está diciendo la verdad o existe mala intencionalidad del profesional ya que, en muchas ocasiones, dos informes pueden ser diferentes porque se ha interpretado una guía de manera distinta y se han aplicado las pautas de forma inversa. Por ese motivo, los expertos han puesto en valor la importancia de unificar criterios y formas de hacer las cosas, con el objetivo de mejorar la labor del peritaje y su posterior valoración.