Voluntarios de Fundación Aon España y jóvenes con discapacidad intelectual de Fundación Prodis plantaron ayer un ‘Bosque de Fundación Aon España’ de 250 árboles autóctonos en el Descansadero I en la Cañada Real Galiana a su paso por Camarma de Esteruelas (Madrid). Además, los más de 50 participantes en esta jornada de voluntariado ambiental construyeron comederos de aves y pudieron conocer el valor ecológico y sociocultural de los espacios de trabajo, así como las particularidades del ecosistema y de sus especies emblemáticas. «Con este nuevo Bosque de Fundación Aon España hemos compensado la emisión de unas 100 toneladas de CO 2», informó Pedro Tomey, director general de la entidad, y añadió: «A través de nuestras acciones de reforestación y labores de mantenimiento en distintas localizaciones degradadas y zonas catastróficas de nuestro país, favorecemos la biodiversidad de la vegetación, mejorando el ecosistema en su conjunto, y contribuimos a la lucha contra el cambio climático y a la preservación y sostenibilidad del medioambiente».

Tras siglos de pastoreo, cortas y carboneo, así como tras la más reciente expansión urbana y de infraestructuras de transporte, muchos de los bosques que un día hubo en la Comunidad de Madrid han desaparecido o han experimentado un acusado deterioro. Todo ello provoca un grave perjuicio a la fauna, que encuentra menos alimento y refugio, disminuye la diversidad de especies vegetales, desprotege al suelo frente a la erosión, afecta al clima local, que pierde la humedad que le aportan los bosques, y al clima global, ya que la capacidad de fijación de carbono es menor. Asimismo, disminuye las reservas de agua, ya que la capacidad de almacenamiento de los embalses mengua porque en su fondo se deposita la tierra arrastrada por la lluvia.

Para contribuir a la mitigación de estos impactos, y en alineamiento con el ODS 13 Acción por el Clima de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, Fundación Aon España contribuye a la recuperación de los bosques realizando acciones de reforestación con la colaboración de sus voluntarios y beneficiarios de otras entidades del Tercer Sector, habiendo plantado hasta la fecha más de 2.000 árboles y especies autóctonas desde 2020 en zonas degradadas y catastróficas de Madrid y Asturias.