Grupo Addvalora explica cómo realizar los cálculos en un siniestro de pérdida de beneficios
Grupo Addvalora, entidad dedica a la peritación, investigación y formación en el ámbito de seguros, abrió ayer en Madrid sus IV Jornadas Técnicas; una cita enmarcada en el XX aniversario de la entidad. La primera jornada del encuentro incluyó un curso interno sobre ‘Pérdida de Beneficios’, en el que participaron Ignacio Cervera, director Territorial Galicia, Dpto. Forensic Accounting; y Jon Hurtado, subdirector Forensic Accounting, director Área de Competencia de Addvalora.
Pérdida de beneficios. ¿En qué consiste?
En su intervención, Ignacio Cervera ofreció una serie de nociones básicas sobre el cálculo de la pérdida de beneficios. En ese sentido, señaló que “hay que tener en cuenta que normalmente un siniestro acarrea daños materiales y consecuenciales; estos últimos están contemplados en la garantía de pérdida de beneficios que complementa a la póliza de daños, que exigirá que se reanude la actividad”.
Según indicó Cervera, la denominación correcta es la de “pérdidas de explotación”. Así, añadió, “podemos encontrarnos con pólizas de paralización, de pérdidas de producción, con la póliza americana (que cubre las pérdidas de explotación hasta que se reanuda la actividad) y con la inglesa (que cubre las pérdidas de explotación hasta que se alcanza el nivel de ventas estimado o esperado)”. En España, comentó, “utilizamos normalmente la póliza inglesa, que puede complementar otras garantías como la de incendios o la de avería de maquinaria”.
El directivo de Addvalora apuntó que la garantía de pérdida de beneficios se encuentra regulada en el artículo 63 de la LCS, donde se indica que se trata de una cobertura destinada a indemnizar la pérdida del rendimiento económico de no haberse producido el siniestro. Asimismo, señala que esta garantía cubre los gastos e ingresos típicos de la actividad, así como los gastos financieros, y detalla que “el periodo de indemnización, comienza el día que se produce el siniestro”.
En definitiva, Cervera subrayó que para que entre en funcionamiento esta garantía siempre tiene que haber un daño material cubierto, bien sea propio o derivado, que esté conectado con la pérdida de beneficios”. Así, la garantía cubre la perdida de volumen de negocio y el incremento de los costes, para minimizar las perdidas consecuenciales.
¿Cómo calcular la pérdida de beneficios?
Para realizar el cálculo de la pérdida de beneficios, Cervera explicó que primero se calcula la pérdida de ingresos; a continuación, el aumento de los costes de explotación, que tendrán la limitación de ser rentables para la empresa. Aquí, las modalidades más habituales son: Indemnización diaria (funciona como límite diario); Gastos fijos; y Margen bruto, que según el ponente “es la más completa”.
Por el contrario, esta garantía no cubre las pérdidas provocadas por daños materiales no cubiertos. Tampoco cubre daños indirectos como perdidas de mercado o rescisiones de contratos, ni de negocios en liquidación o suspensión de pagos, asi como el retraso en el periodo de indemnización no imputable al siniestro.
Cervera también explicó en que consiste la cuenta de pérdidas y ganancias, que “muestra los resultados obtenidos por la empresa en un periodo determinado”. Al igual, comentó que existen gastos fijos (gastos de personal, amortizaciones, arrendamientos y gastos variables (aprovisionamientos). Aquí, ofreció un ejemplo de cálculo del margen bruto.
Pasos a seguir en el cálculo
En relación con los pasos a seguir durante el cálculo, Cervera señaló que, en primer lugar, “hay que comprobar que ha habido afectación de los resultados de la empresa”. Seguidamente, “calcular el periodo de indemnización correcto (finaliza normalmente cuando llega al periodo máximo de indemnización, se ha reestablecido la actividad o se han alcanzado los niveles de negocio esperados)”, indicó.
También remarcó que “hay que comprobar que afectación han tenido los ingresos”. Aquí, con respecto a la pérdida de ventas apuntó que “la dificultad radica en calcular las ventas previstas; es lo más difícil”. Asimismo, añadió, “hay que ver que afectación han tenido los gastos (limite cualitativo y cuantitativo).
Además, Cervera indicó que “hay que comprobar que no exista infraseguro”, así como comprobar la suma asegurada, “si es o no correcta”. Por último, “hay que analizar la aplicación de la franquicia, terreno en el que normalmente habrá que consultar a la compañía”.
Ajuste del siniestro
Por su parte, Jon Hurtado analizó en su intervención los problemas en el ajuste del siniestro, escenario en el que el perito juega un papel importante, puesto que ayuda al asegurado a minimizar los daños consecuenciales; “aquí el asegurado tiene que actuar con celeridad”. Asimismo, “resulta fundamental -afirmó- pedir toda la documentación dl siniestro para poder ajustarlo”. Llegados a este punto, habría que seguir los pasos indicados anteriormente para calcular el importe de la pérdida de beneficios.
Finalmente, Hurtado ofreció tres ejemplos prácticos de este tipo de siniestro: en un hotel rural, en un supermercado y en un almacén logístico.