ARAG analiza en su Radiografía del Inquilino 2023 cómo es el arrendatario en España y cuáles son sus necesidades concretas y una de las primeras conclusiones a las que llega es que la demanda de alquiler sigue aumentando. Según los últimos datos del INE correspondientes a 2021 el porcentaje de población que vivía de alquiler rondaba el 24% frente al 20% de 2007. La mayor parte de este cambio que nos acerca a la media europea, situada alrededor del 30%, se ha producido en los últimos cinco años.

¿El problema? Qué pese a ello, la oferta de viviendas en alquiler se redujo un 17% durante el cuarto trimestre de 2022 en comparación con el mismo trimestre del año pasado, según el portal Idealista. Además, el precio de los alquileres ha seguido al alza, sobre todo en zonas tensionadas, cerrando 2022 con una subida del 8,4% interanual. Eso sí, los potenciales inquilinos no han dejado de buscar, pero se decantan por alquileres más baratos. En las preferencias de búsqueda de las personas que desean alquilar el de “vivienda económica” es la principal, con un 47,5% según el estudio de ARAG. Este dato es consistente con la estadística publicada por Idealista concluye que el 15% de los alquileres estuvieron menos de 24 horas en el mercado durante octubre del 2022. Este comportamiento se acentúa mucho más si nos centramos en las principales ‘zonas de mercado tensionado’, en concreto las ciudades de Barcelona, Madrid o Palma.

Por otro lado, la subida histórica de los tipos de interés que comenzó a mediados del año pasado dificultará el acceso a las hipotecas, por lo que es seguramente la preferencia por el alquiler se mantenga o incluso se amplíe. De igual forma, una inflación sostenida en el tiempo como la actual hace más difícil lograr o mantener el ahorro necesario para abordar la adquisición de una vivienda.

Al margen de todo esto, ARAG remarca que el mercado de la vivienda de alquiler en España está dominado por pequeños propietarios. De acuerdo con cálculos realizados por la consultora CBRE, solo entre el 2% y el 4% del parque de vivienda en alquiler está en manos de grandes propietarios (10 o más pisos en régimen de arrendamiento). Esto determina que la mayor parte de los actores no sean profesionales, por lo que el riesgo de fricción entra las dos partes de la relación contractual es considerablemente mayor.

Por eso, la entidad afirma que la contratación de servicios especializados de defensa jurídica como ARAG Inquilino debería ser considerada de la misma utilidad por parte del inquilino que el seguro de impago de rentas por parte del propietario.