La IA avanza: la medicina muestra cómo funciona
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Desde hace algún tiempo se está produciendo un cambio de paradigma en la medicina: la inteligencia artificial se está abriendo camino en todo el sector. Desde la detección precoz del cáncer hasta el desarrollo de terapias personalizadas, pasando por el análisis de tomografías computarizadas: Estas modernas aplicaciones están revolucionando el mundo de la medicina. Parece que las máquinas son cada vez más capaces de hacer lo que antes era coto exclusivo de la mente humana.
Pero, ¿hasta qué punto se puede confiar realmente en la IA? En el futuro, ¿ponemos en sus manos nuestro activo más importante, nuestra salud? Como bien dijo Bill Gates, el fundador de Microsoft: «El poder de la inteligencia artificial es tan increíble que cambiará la sociedad de forma profunda». Y ya está dominando esta tarea en sectores completamente diferentes. Ya sea en la comunicación con los clientes a través de chatbot, en los juegos de casino online o utilizando ChatGPT para ayudar con los deberes. ¿Y ahora también en la medicina?
En este artículo veremos los diferentes ámbitos de aplicación antes de examinar las ventajas y desventajas.
Inteligencia artificial (IA): ¿qué es?
Ningún otro tema está dando tanto que hablar como la inteligencia artificial. En primer lugar, la IA sólo ha disfrutado de una enorme expectación durante bastante tiempo, pero esta tecnología no es tan nueva en absoluto. Ya en 1956, el informático y escritor estadounidense John McCarthy acuñó el término «inteligencia artificial». En aquel momento se refería a un programa llamado «Logic Theorist». Este programa consiguió demostrar varios teoremas matemáticos sin recurrir a la ayuda humana. Hoy en día, cuando se habla de IA, se hace referencia a programas y sistemas informáticos capaces de comportarse como humanos. Pueden absorber información, procesarla y tomar decisiones, todo ello de forma automática y sin intervención humana. Pero ¿qué es exactamente lo que distingue a esta nueva tecnología?
En primer lugar, se basa en una serie de tecnologías como el aprendizaje automático, las redes neuronales o el aprendizaje profundo. Estas permiten a los sistemas aprender de los datos y evolucionar por sí mismos. La IA se utiliza en medicina desde 1972.
Ted Shortlife, informático biomédico y médico, es considerado un pionero en este campo. Su sistema «MYCIN», desarrollado en la Universidad de Standford, se basa en el lenguaje de programación «LISP» y se considera un sistema experto para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas. Desde entonces, la IA se ha desarrollado rápidamente y forma parte integrante de las consultas médicas y los hospitales. Veamos ahora más de cerca sus ámbitos de aplicación.
Cómo contribuye la IA al progreso médico
El desarrollo de la inteligencia artificial ya ha permitido grandes avances en medicina. Gracias a las enormes cantidades de datos disponibles hoy en día, los algoritmos pueden reconocer patrones y hacer diagnósticos que serían difíciles de reconocer para los médicos. La IA también puede ayudar en el tratamiento de enfermedades desarrollando terapias personalizadas basadas en los datos de cada paciente. Pero no sólo los pacientes y los médicos se benefician de este sistema, sino también los estudiantes.
Un vivo ejemplo de ello es el paciente holograma utilizado en el hospital Addenbrooke de Cambridge. ¿Holograma? Lo que al principio suena a sueño del futuro de StarTrek es ya una realidad. En colaboración con la empresa tecnológica estadounidense GigXR, la Universidad de Cambridge ha puesto a disposición de sus estudiantes un holograma con el que aprender en lugar de un paciente real.
Los estudiantes pueden comunicarse entre sí y con el holograma mediante unos auriculares de realidad mixta. Por supuesto, aún no se cubren todos los campos de la medicina en este ámbito, pero ya se pueden cubrir los siguientes:
- Neurología
- Neumonía
- Asma
- Cardiología
- Embolia pulmonar
- Anafilaxia
Las aplicaciones de la IA pueden encontrarse en casi todos los campos
Pero no sólo eso: ¡la investigación del cáncer también se beneficia enormemente! Con la ayuda de la IA, las células tumorales pueden identificarse con mayor precisión y se pueden crear planes de tratamiento individuales. También puede desempeñar un papel importante en la detección precoz del cáncer. Por ejemplo, ya existen algoritmos que pueden detectar el cáncer de mama antes que los médicos humanos basándose en imágenes de mamografías.
Pero su potencial también es evidente en otros ámbitos de la medicina: puede ayudar a analizar datos de pacientes en poco tiempo y así realizar diagnósticos más rápidamente. Además, se utiliza en investigación para desarrollar nuevas terapias o fármacos.
¿Quiere ver otro ejemplo de su uso? Los algoritmos de IA pueden analizar imágenes de tomografías computarizadas o resonancias magnéticas y detectar posibles anomalías que un médico podría haber pasado por alto. También puede identificar síntomas y determinar posibles causas utilizando un gran conjunto de datos de información médica existente. Por eso es importante que sigamos observando de cerca el desarrollo y el uso de la IA en medicina. Porque sólo así podremos impulsar el progreso médico y, en última instancia, salvar vidas.
Ventajas y riesgos del uso de la IA en medicina
Las ventajas en medicina son evidentes. La capacidad de analizar rápidamente grandes cantidades de datos y reconocer patrones tiene el potencial de mejorar enormemente el diagnóstico y las opciones de tratamiento y permitir una mejor atención al paciente. Gracias a ella, por ejemplo, las enfermedades pueden diagnosticarse y tratarse con mayor eficacia, lo que se traduce en una mejor atención médica. La IA también puede ayudar a acelerar y simplificar los procedimientos y procesos médicos. Además, puede ayudar a reducir el tiempo y el coste de la asistencia sanitaria.
Por otro lado, también existen algunos riesgos asociados a su uso en medicina. Dado que los sistemas de IA se entrenan a partir de datos, deben desarrollarse con sumo cuidado para garantizar que sólo se utilicen los datos pertinentes. También existe el riesgo de que los algoritmos de IA produzcan resultados inexactos o cometan errores. Por lo tanto, es importante que los sistemas de IA se supervisen constantemente y se revisen con regularidad. Además, debe garantizarse que los datos de los pacientes se procesan de forma segura y de conformidad con el Reglamento General de Protección de Datos.
Conclusión: ¡aprovecha las oportunidades y minimice los riesgos!
Según la opinión de expertos la inteligencia artificial es sin duda una de las innovaciones técnicas más importantes de nuestro tiempo y ha permitido grandes avances, especialmente en medicina. Ya sea en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades o en el desarrollo de nuevas terapias y medicamentos, las aplicaciones de la IA tienen el potencial de salvar vidas y mejorar la atención médica.
Pero, como ocurre con cualquier tecnología, existen riesgos que se deben sopesar cuidadosamente. En vista de ello, es importante que los responsables examinen detenidamente el desarrollo y el uso en medicina y garanticen un enfoque responsable de esta tecnología. Sólo así podrán garantizar que la IA aproveche todo su potencial y mejore la atención médica a largo plazo.