Las insurtech como motor de la innovación en el sector asegurador
Por Luis Oliveira, country manager de Yolo Group en España
De manera histórica los bancos y las aseguradoras han tardado más en integrar la tecnología en sus procesos. Sin embargo, a día de hoy, el cambio normativo y la necesidad de reducir costes ponen bajo presión al sector de los servicios financieros. Los consumidores buscan eficiencia, personalización y comodidad, y las expectativas ahora son mayores que hace años. La transformación digital de la industria aseguradora está en marcha con un efecto generalizado en las formas de hacer de las aseguradoras, pero acelerarla es esencial no solo para adaptarse a las necesidades siempre cambiantes de los consumidores sino también para captar nuevas oportunidades.
Y la oportunidad es mayúscula, no solo para el negocio sino también para nuestra economía. Aunque, según ICEA, el 86,1% de entidades aseguradoras afirma haber invertido ya para ofrecer la posibilidad de contratar productos online, la realidad es bien distinta, pues los procesos y la implementación continúan siendo, a menudo, complejos y farragosos.
El principal escollo continúa situándose en el plano tecnológico. La arquitectura de las aplicaciones en el sector de los seguros se compone principalmente de sistemas heredados cerrados. No obstante, la migración a una arquitectura basada en microservicios y la adopción de API pueden acelerar el proceso de conexión de los seguros a sistemas de terceros de forma rápida y sin problemas.
Así, al integrar una plataforma digital en su cadena de valor, las aseguradoras pueden digitalizar sus propios productos y crear fácilmente otros nuevos, además de poder integrarlos en la oferta de otros distribuidores. Igualmente, en lo referente a la gestión de la relación con los clientes, las plataformas digitales facilitan el contacto con los usuarios aumentando la frecuencia de interacción y mejorando el acceso a la información.
En esta línea, gracias al eficiente y productivo análisis de datos posible a través de la inteligencia artificial y los sistemas de aprendizaje automático, estas compañías pueden comprender mejor las necesidades de sus clientes y fidelizarlos aprovechando las oportunidades de venta cruzada. Y es que los datos abren nuevas oportunidades en la segmentación de clientes y la elaboración de perfiles, ingredientes clave para adaptar los esfuerzos de marketing al target adecuado.
Las aseguradoras tradicionales pueden, de esta forma, profundizar en su conocimiento sobre el mercado y sus potenciales clientes, lo que repercute directamente en sus ventas e ingresos, al mismo tiempo que mejoran la evaluación de riesgos para una cobertura más eficiente. Asimismo, a través de las insurtech, pueden ampliar su oferta de seguros con nuevos productos más flexibles, diseñados en torno al perfil de sus clientes, dando respuesta así a la evolución de las necesidades de protección.
Y precisamente en este camino hacia esa transición digital más rápida de esta industria, insurtechs como Yolo, que cuenta con Generali o Intesa sanpaolo entre sus accionistas y que cotiza en el Euronext Growth de Milán desde agosto de 2022, tienen mucho que decir como facilitadores tecnológicos más que como competidores de la industria aseguradora tradicional. También de cara a rejuvenecer su base de clientes, apostando por productos innovadores como los microseguros, con fórmulas de pago por uso y fáciles de contratar, más adaptadas a las necesidades y preferencias actuales de los clientes.
El sector, por tanto, se enfrenta a un futuro en el que los ecosistemas digitales ganan cada vez más relevancia. Las aseguradoras tradicionales, por su parte, deberán reforzar sus estrategias de colaboración para integrar a las insurtech -y todo lo que aportan- en su cadena de valor. Las más exitosas serán, probablemente, aquellas que identifiquen a los socios adecuados con los que colaborar estratégicamente.