Moody’s RMS estima que las pérdidas económicas totales en EE.UU. por las recientes inundaciones en California ascienden a entre 5.000 y 7.000 millones de dólares. Esta estimación refleja los impactos de las inundaciones en el interior de EE.UU. e incluye los daños en las infraestructuras. Se prevé que las pérdidas aseguradas oscilen entre 500 y 1.500 millones de dólares, incluidas las pérdidas del Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones (NFIP).

Esta estimación se basa en una reconstrucción de eventos que utiliza el modelo HD de inundación interior de EE.UU. RMS de Moody’s y que refleja los daños a la propiedad, el contenido y la interrupción de los negocios en activos residenciales, comerciales, industriales, del sector de la automoción y de las infraestructuras.

Fenómeno meteorológico

Una serie de ciclones extratropicales que comenzó el 26 de diciembre de 2022 impactaron la costa oeste de EE.UU., lo que provocó fuertes lluvias, ríos desbordados, inundaciones repentinas, roturas de diques, deslizamientos de tierra, árboles caídos, flujo de escombros y fuertes nevadas a gran altura, junto con algunos daños por el viento. La lluvia asociada con estos ciclones extratropicales se vio exacerbada por una banda de alto vapor de agua atmosférico, también conocida como «río atmosférico».

La intensidad de las lluvias en California fue tan extrema que varios lugares en el centro de la región establecieron un récord de precipitaciones de 3 semanas y ciertos lugares superaron sus promedios anuales de precipitaciones en menos de un mes. Esto condujo a inundaciones repentinas generalizadas y al desbordamiento del río San Lorenzo aguas arriba de Santa Cruz, que creció más de 16 pies (4,87 metros) en menos de ocho horas. Esta fue la profundidad de agua más alta registrada para el río San Lorenzo desde que comenzaron los registros hace unos 85 años.

Los daños a las infraestructuras, que se contabilizan dentro de las estimaciones de pérdidas económicas, fueron extensos. Las carreteras estatales y las carreteras locales fueron las más afectadas por los daños debido a una combinación de inundaciones y deslizamientos de tierra. Los árboles previamente afectados por las condiciones secas fueron arrancados de raíz debido a las altas velocidades del agua, los suelos saturados y los fuertes vientos, que también causaron daños a las redes eléctricas, así como a los automóviles y a las propiedades.

Además, la sequía continua que precede a estos ciclones extratropicales agrega una dimensión adicional de complejidad para los operadores. Es importante destacar que 2022 fue el segundo año más seco en más de 128 años para ciertas áreas (por ejemplo, Santa Cruz) y se clasificó como «sequía extrema» según el Sistema Nacional Integrado de Información sobre Sequías.

Aunque ha habido un aumento significativo en los niveles de agua de los principales embalses, sigue siendo poco probable que California se encuentre fuera de la sequía, especialmente cuando se trata de la reposición de acuíferos, dados los últimos tres años de sequía extrema y extracciones excesivas de agua subterránea. Estas tormentas generaron lluvias de alta intensidad que provocaron que una alta proporción de lluvia se escurriera hacia el océano, mientras que los acuíferos generalmente se recargan gradualmente a partir de sistemas de lluvia menos intensos y derretimiento de la nieve.

«Para poner este evento en perspectiva histórica con ARkstorm en 1862, aunque algunas áreas afectadas son similares, ARkstorm produjo precipitaciones mucho más severas, por ejemplo, 35 pulgadas (88,9 centímetros) de precipitación en San Francisco en comparación con los alrededor de 15 pulgadas (38 centímetros) ) de este evento. Otro factor atenuante importante para este fenómeno es la presencia de defensas contra inundaciones, que en su mayoría estaban ausentes en 1862″, ha afirmado Mohsen Rahnama, director de modelado de riesgos de Moody’s RMS.

Se espera que el seguro cubra una proporción relativamente pequeña del daño económico. La cantidad de hogares en California con seguro contra inundaciones es inferior al 2%, una cifra que ha ido disminuyendo constantemente. En agosto de 2022, solo había 193.281 pólizas residenciales del Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones (NFIP), lo que representa una disminución de alrededor del 5% en comparación con las cifras 2021.

Firas Saleh, director, Product Management, Moody’s RMS, ha señalado: «La sequía extrema conduce a la compactación del suelo, lo que significa menos infiltración y por lo tanto, menos recarga de los acuíferos».