Tecnifuego señala 2023 como el año de los peores incendios forestales a nivel mundial
Tecnifuego destaca que 2023 figurará en la historia como el año en el que se han producido los incendios más voraces y agresivos que se conocen. La entidad indica que todos los expertos apuntan que esta tendencia se va a quedar o peor aún va a ir en aumento. Las condiciones climáticas, retroalimentadas por el cambio climático, que empujan a nuevas circunstancias medioambientales; y los hábitos de vida -segundas residencias cercanas a bosques, despoblación y abandono rural-, unidos a la falta de reacción y toma de conciencia real por parte de los gestores públicos para acometer las medidas necesarias de concienciación, prevención y protección, señalan una preocupante situación.
En Evros, Grecia, se sitúa el incendio forestal más grande que se ha registrado nunca en la Unión Europea, con 90.000 hectáreas quemadas y 20 fallecidos, que ha desatado la mayor operación aérea de extinción de la historia comunitaria. Copernicus, Programa de Observación de la Tierra de la UE, ha calificado el desastre de Evros, en la frontera con Turquía, como el «incendio forestal más grande en la historia de la UE» desde que en 2000 comenzaron a registrarse este tipo de datos.
El incendio de Tenerife, que se inició el 15 de agosto y está estabilizado en estos momentos, ha quemado 15.000 hectáreas en un perímetro de 90 kilómetros, afectando a 12 municipios y 600 fincas y edificaciones, sin causar daños personales afortunadamente. El Cabildo ha hecho una valoración inicial de los daños económicos, sólo en infraestructuras, provocados por el incendio forestal que asciende a 80,4 millones de euros. Los daños ecológicos y de patrimonio natural destruidos son imposibles de valorar.
Al otro lado del Atlántico, el incendio en la isla de Maui, en Hawái, ha dejado más de 100 fallecidos, destruyendo la ciudad turística de Lahaina. La Asociación de prevención de incendios NFPA ha informado que «debido a la combinación mortal de causas humanas y naturales, ahora vemos incendios forestales sin precedentes en todos los rincones del mundo y en comunidades que antes no se consideraban de alto riesgo». Ahondando en ello, la investigación de la NFPA, destaca que cuatro de los incendios forestales más mortíferos en los EE. UU., incluido este, han ocurrido desde 2017.
Según el Centro Nacional de Bomberos de EEUU, unos 71,8 millones de propiedades en Estados Unidos corren algún nivel de riesgo de incendio forestal. En este sentido, desde NFPA señalan que “el gran volumen de comunidades en riesgo requiere cambios en dónde construimos, cómo construimos y qué hacemos con las propiedades existentes a través de políticas más sólidas para crear un entorno construido con mayor capacidad para hacer frente a este tipo de incendios”.
En total, el dramático recuento mundial alcanza los 82 millones de hectáreas de bosques (o lo que es lo mismo, 82 millones de campos de fútbol) que han ardido en los últimos 10 años y un aumento del agujero en la capa de ozono del 10%. Según investigaciones científicas, publicadas recientemente en prensa, en los últimos tres años el humo generado por los megaincendios agrandó el agujero de la capa de ozono un 10%, debilitando la protección de la atmósfera y por tanto la de los seres vivos que habitamos el planeta.