Desafíos del seguro de RC para los próximos años
Por Jaime Romero, Director Técnico de Markel España
Una vez superada la pandemia del Covid-19, nos encontramos en una situación socioeconómica muy compleja e incierta en la que confluyen varios desafíos a los que deberá hacer frente en los próximos años el seguro de RC en sus distintas modalidades. Los desafíos y las amenazas a los que nos vamos a enfrentar son de distinta índole y, en mi opinión, afectan principalmente a las esferas de la economía, la tecnología, el cambio climático y los riesgos medioambientales, sociales y sanitarios.
En el plano económico, continuamos inmersos en un ciclo de incertidumbre y de crisis económica que están sufriendo amplios segmentos de la población y de las pequeñas y medianas empresas, y que pueden prolongarse en el tiempo. Con carácter general, las crisis económicas suelen traducirse en un aumento de la litigiosidad de todo tipo, del mismo modo que ésta tiende a descender en las épocas de bonanza. En las situaciones de dificultad económica, ocurre con demasiada frecuencia que el seguro es percibido como una fuente de obtención de recursos financieros, y el ramo de RC no es ajeno a esta amenaza en términos generales. En particular, los seguros de RC de Administradores y Altos Cargos están más expuestos a posibles reclamaciones por responsabilidad concursal o tributaria de empresas insolventes, si sus gerentes no han sabido adoptar las medidas adecuadas para evitar o minimizar este tipo de situaciones.
Por otro lado, las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial (IA), la gestión del dato y la robotización aumentan la exposición de empresas y particulares a riesgos intangibles tales como la ciberseguridad y la protección de datos, entre otros. Así, la Comisión Europea presentó en 2021 dos propuestas legislativas en relación con el uso de la IA y el resarcimiento por daños y perjuicios, cuya evolución habrá que seguir con atención. Pero no todo son amenazas en este ámbito. Al mismo tiempo, el auge tecnológico propicia que surjan nuevas actividades y profesiones que suponen una clara oportunidad de crecimiento para los seguros de RC.
En otro orden de cosas, el cambio climático va a provocar un aumento de la litigiosidad en los seguros de RC. Dejando a un lado los litigios de las ONGs frente a los gobiernos y las autoridades públicas por su inacción climática, empezamos a ver litigios en otros países de nuestro entorno contra algunas corporaciones que, a tenor de sus actividades, no cumplan con su deber de prevención o de mitigación del cambio climático y de sus potenciales consecuencias, o bien no divulguen de forma adecuada sus riesgos climáticos frente a terceros, por poner sólo un par de ejemplos de los litigios que ya se están produciendo en el ámbito de la empresa privada y que pueden tener repercusión en el ámbito de la RC. Todavía estamos en una fase muy incipiente de esta litigiosidad climática, pero todo apunta a que la tendencia se acentuará en los próximos años.
Adicionalmente, se observan pruebas cada vez más contundentes de los potenciales efectos adversos de los contaminantes industriales, tales como las sustancias perfluoalquiladas y polifluoroalquiladas, conocidas por sus siglas en inglés, PFAS, un grupo de agentes químicos que pueden encontrarse en alimentos envasados, productos domésticos y plantas industriales. Se está observando una litigiosidad creciente derivada de los PFAS en Estados Unidos, y parece ser cuestión de tiempo que se produzcan litigios de esta tipología en nuestros tribunales.
Sin abandonar la responsabilidad social de las empresas, cabe destacar la alta concienciación que existe en nuestra sociedad actual acerca de la necesidad de combatir todo tipo de conductas que puedan suponer una discriminación por razón de género, raza, edad u orientación sexual. En el ámbito laboral, este contexto es propicio para que aumenten las reclamaciones de empleados por prácticas laborales incorrectas de sus empresas, que podrían tener amparo en los seguros de RC de Administradores y Altos Cargos. Asimismo, el importante foco que nuestra sociedad está poniendo en la salud mental de la población podría derivar en un aumento de las reclamaciones de empleados por acoso laboral o entornos de trabajo tóxicos.
Por último, en el ámbito social y sanitario cabe destacar el progresivo envejecimiento de la población como uno de los factores clave. Este desafío está empezando a transformar el esquema de atención sanitaria y sociosanitaria en nuestro país, no sólo en el sector público sino también en el ámbito privado, y va a requerir que los seguros de RC que amparan a las entidades sanitarias y sociosasistenciales se adapten y atiendan las nuevas necesidades de cobertura que vayan surgiendo. En definitiva, se trata de una nueva oportunidad de crecimiento para el seguro de RC, que se prolongará durante las próximas décadas.
En definitiva, me he ocupado de analizar brevemente tan sólo algunos de los múltiples desafíos a los que se va a enfrentar el seguro de RC en los próximos años, y que se traducen no sólo en potenciales amenazas sino también en oportunidades para el sector asegurador y de la mediación, a las que sin duda seremos capaces de responder en beneficio de nuestros clientes y de la sociedad en su conjunto.