El 34% de los contratos de alquiler firmados en 2021 ha incorporado el seguro de Impago
El “efecto salvavidas” de los seguros de Impago de Alquiler que arrancó con la pandemia se ha mantenido en 2021, con un incremento de la contratación del 4% con respeto a 2020, según los resultados anuales de OESA. La necesidad asumida de los propietarios de proteger sus rentas de alquiler, la incertidumbre por la lentitud de la recuperación económica tras la pandemia y la llegada de ómicron siguen impulsando la incorporación de estos seguros en los contratos de arrendamiento, tanto nuevos, como en las renovaciones.
La baja siniestralidad del alquiler asegurado con respecto al que no incluye póliza es otra de las razones que ha impulsado el mercado en 2021, según el análisis de OESA. En este sentido la siniestralidad del alquiler con Seguro de Impago ha sido del 5%, «que representa una importante bajada con respecto al 7,2% del año pasado. El descenso constante se debe al esfuerzo que realizan las aseguradoras por mejorar sus scoring o filtros de idoneidad del perfil del posible inquilino».
La siniestralidad del alquiler sin seguro se ha mantenido en el 14% en 2020. «Un alto porcentaje que incluye también a los denominados “falsos seguros” o productos que “vendiéndose” como pólizas de impago garantizan el cobro de la renta pero no están sujetas a las exigencias de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Es una enorme distancia entre siniestralidad del alquiler asegurado y sin seguro o con los denominados “falsos seguros” que se ha mantenido durante toda la pandemia y continuará en 2022», según la previsión de OESA.
Ómicron sigue retrasando los desahucios
En lo referente a la duración de la cobertura de los seguros, desde OESA se ha observado un aumento de la demanda de los contratos de 18 meses, especialmente en el último trimestre de 2021. «La razón es que los plazos para los desahucios están comenzando a aumentar. De hecho, los desahucios que tardan en realizarse más de 12 meses ya superan el 20% del total, según adelanta OESA. La razón está en al retraso judicial provocado por la pandemia que está dejando sin personal los juzgados y las oficinas de apoyo y que sigue incrementándose con la persistencia de ómicron». En esta situación, desde OESA se recuerda que «la única forma de contar con protección total y evitar que queden meses sin cubrirse es optar por la cobertura de 18 meses».
Desde OESA también se insiste que es necesario mantener la tensión en cuanto a la renovación anual de las pólizas. «Una tendencia que se disparó con el arranque de la pandemia pero comenzó a suavizarse durante el pasado verano por mayor confianza de propietarios y tenedores». También se añade que la siniestralidad en los alquileres de larga duración, de dos o tres años, ha seguido alta en 2021. Así, desde el Observatorio se lanza un mensaje al sector para que «las tasas de renovación se mantengan en niveles altos para lograr la protección total».