El RACC analiza la movilidad ciclista de Barcelona y sus accesos
El RACC ha presentado su “4o Barómetro de la movilidad ciclista en Barcelona y sus accesos”, un estudio que analiza los hábitos y la opinión de las personas que se desplazan en bicicleta por la ciudad y, por primera vez, también en los accesos de la capital catalana. El RACC ha observado más de 16.000 bicicletas y VMP en los carriles bici de la ciudad y sus accesos y también ha realizado 800 encuestas a ciclistas.
Perfil y hábitos del ciclista de Barcelona
Radiografía del ciclista
- El ciclista de Barcelona es una persona joven: el 77% de las mujeres que van en bicicleta en Barcelona tienen entre 21 y 40 años; el 67% en el caso de los hombres. Se trata principalmente de usuarios que van a trabajar (72,5%) y de estudiantes (24%).
- En cuanto a la propiedad de la bicicleta que utilizan, la mayoría de los usuarios encuestados en el entorno urbano se desplazan con su propia bicicleta (66%), mientras que un tercio (34%) utilizan el servicio público Bicing.
- En el caso de los ciclistas consultados en los accesos a la ciudad, el uso de la bicicleta privada es aún más elevado, ya que prácticamente la totalidad (93%) opta por este modelo, lo que apuntaría a la existencia de una oportunidad para el impulso de un sistema metropolitano público de bicicletas.
- De todos los ciclistas encuestados, un 5% optan por vehículos eléctricos, cifra que casi se duplica en el caso de quienes utilizan el servicio público, ya que el 9% de usuarios del Bicing elige bicis eléctricas.
- La mayoría de los ciclistas (69%) aseguran que antes de ir en bicicleta ya se desplazaban de forma sostenible (iban en transporte público o a pie), mientras que sólo un 24% utilizaba el coche o la moto.
- Ciudad: La mitad de los ciclistas de Barcelona (49%) utilizaban el transporte público anteriormente y el 22% eran peatones. Accesos a Barcelona: el 43% de usuarios dicen provenir del transporte público y el 24% asegura que eran peatones antes de ir en bici.
- Se trata de cifras similares a las de años anteriores, que evidencian una tendencia al alza en la movilidad ciclista y el interés por este medio de los usuarios de otras formas sostenibles de desplazarse.
- En 2020, el 50% de los ciclistas apuntaban a que anteriormente utilizaban el transporte público y el 32%, que iban a pie.
- En cuanto a aquellos que proceden del vehículo privado (coche o moto) y que, por tanto, ahora optan por una movilidad más sostenible y activa, la tendencia también es de crecimiento: en el ámbito urbano, en 2020 solo el 17% de usuarios de bicicletas provenía de los vehículos a motor, mientras que ahora son ya el 22%.
- 4 de cada 10 ciclistas (41%) hace menos de 2 años que se desplazan en bicicleta. La cifra aumenta en el caso de los usuarios del servicio público (Bicing o eBicing), ya que más del 56% son ciclistas noveles. De esta forma, se pone de manifiesto que los sistemas públicos sirven como impulsores de la movilidad ciclista y que, una vez han cogido experiencia, los usuarios prefieren tener su bicicleta en propiedad. De hecho, el 56% de los usuarios encuestados valora con una puntuación de notable o excelente el servicio de Bicing o eBicing. El 39% de los usuarios del sistema público afirma que haría desplazamientos
metropolitanos si hubiera continuidad del servicio entre los municipios.
Tipología de sus desplazamientos
- Los ciclistas de Barcelona y de sus accesos realizan más de 2 viajes diarios en bicicleta (2,7 de media). Sus hábitos son diferentes según se desplazan por dentro de la ciudad o si acceden desde fuera:
- En el interior de la ciudad, el 45% de estos desplazamientos responden a la movilidad no obligada, es decir, al ocio, compras y gestiones, por ejemplo.
- En los accesos de la ciudad, en cambio, el 47% de las personas encuestadas sostienen que cogen la bicicleta para ir al trabajo o estudiar (movilidad obligada).
- Como es natural, las bicicletas eléctricas se utilizan sobre todo para recorrer mayores
distancias y con tiempo de viaje más largos, según apuntan los ciclistas encuestados. Los desplazamientos más cortos (de menos de 10km o de hasta 20 minutos) se realizan sobre todo en bici mecánica, mientras que en trayectos más largos (de más de 10km o a partir de 20 minutos de duración) la bicicleta eléctrica va ganando peso porque facilita el desplazamiento. - Entre los diferentes motivos para escoger la bicicleta como medio de transporte, los usuarios consultados priorizan la comodidad (27%), poder realizar ejercicio y mejorar su salud (24%), o el ahorro de dinero que les supone este medio (20%). Un 8% de los ciclistas interurbanos ven complicado estacionar el coche en Barcelona y este es el motivo para elegir la bicicleta.
- La bicicleta favorece la multimodalidad: el 90% de los usuarios dicen que la combina con otros medios de transporte en sus desplazamientos.
- El 41% afirma que también se desplaza a pie.
- El 32% explica que combina la bicicleta con el transporte público. Entre ellos, el 39% aseguran que han subido alguna vez la bici en el tren o en el autobús.
- El 10% restante va en moto y coche además de utilizar la bicicleta.
- El 7% combina la bicicleta y el VMP.
Valoración de la infraestructura ciclista existente
- 9 de cada 10 ciclistas encuestados (89%) considera que no tiene red pedaleable en todo su recorrido habitual. Es decir, sólo un 11% piensan que tienen a su alcance infraestructura para ir en bici de forma segura y continúa a lo largo de todo su itinerario diario (ya sean carriles bici, zonas 30 u otros espacios específicos para circular).
- Cuando no disponen de espacio diseñado específicamente para circular en bicicleta, los ciclistas declaran que buscan alternativas que no siempre cumplen con la normativa: El 59% circula por la calzada; el 26% utiliza aceras estrechas de menos de 5 metros de ancho,
aunque no está permitido; el 13% cambia su recorrido y da más vuelta para encontrar otro carril bici; el 12% baja de la bici para continuar su itinerario. - Sin embargo, la extensión general de la red ciclista es el aspecto mejor valorado por los usuarios encuestados. El 27% valora positivamente la infraestructura, mientras que un 73% no la encuentran satisfactoria. El mantenimiento de los carriles bici es el segundo aspecto que mejor valoran (24%).
- En cambio, los aspectos que mayor insatisfacción provocan en los ciclistas son el diseño de carriles en cruces y rotondas (lo suspenden el 29% de las personas consultadas); los carriles bici segregados en la calzada que chocan con aparcamientos y contenedores (el 28% no cree que sean satisfactorios), y los carriles bici bidireccionales (el 27% los desaprueba).
Siniestralidad y normativa
Conocimiento y cumplimiento de la normativa
- Se ha detectado un incremento del uso de elementos que pueden distraer a los usuarios. Pese a no estar permitido, el 41% de ciclistas reconocen utilizar auriculares y el 35% que usa el móvil cuando circula. En 2020, un 36% de encuestados manifestaba que utilizaba auriculares y un 24%, el teléfono.
- Los ciclistas encuestados son conscientes de algunos comportamientos de riesgo: el 48% reconoce que cruza los semáforos en rojo cuando no hay vehículos a motor cerca y el 42% admite que va a mayor velocidad de lo permitido. Tampoco señalan giros o cambios de carril con el brazo en el 42% de los casos.
- Los propios usuarios se ponen un 6,5 de nota cuando evalúan su propia conducta cívica. Además, el 37% de los encuestados considera que, en la movilidad general de Barcelona, no hay civismo.
- En general, los ciclistas apuntan a que cumplen con los elementos de seguridad, con un mejor comportamiento que en años anteriores. Entre los elementos obligatorios, el 66% asegura llevar timbre, el 56% luz blanca delantera y el 52% luz roja trasera. Sin embargo, sólo el 22% llevan elementos reflectantes por la noche, aunque también lo exige la normativa. Aumenta el uso del casco: el reglamento recomienda que se utilice casco, una
práctica que sigue el 47% de los encuestados, aunque sólo es obligatorio para los
menores de 16 años. - El 33% de los ciclistas todavía admiten no conocer la normativa de circulación, aunque se mejora ligeramente la cifra registrada en 2020 (38%).
- Preguntados por posibles medidas de seguridad vial para mejorar la situación, el 52% de los ciclistas valoran la propuesta de impartir formación vial en escuelas e institutos como excelente.
- En cuanto a la siniestralidad, un 20% de los ciclistas encuestados asegura que alguna vez se han visto implicados en algún accidente. Además, un 39% también admiten que han sufrido algún susto en el último año. De estos, el 52% sostienen que sufrieron el accidente solos, mientras que el 26% afirma que chocaron o atropellaron a otro usuario, y el 22% sufrió una colisión con un tercero. Cuando en el accidente están implicados otros usuarios de la vía, en la mayoría de los casos se trata de patinetes u otros VMP (29%), así como peatones (27%), según indican los propios ciclistas. El resto de los vehículos involucrados en accidentes con bicicletas, de acuerdo con lo que explican los ciclistas, son los coches y furgonetas (18%); las motos (14%); los taxis y autobuses (6%) y otras bicicletas (6%).
Sanciones económicas
- El 24% de los ciclistas declaran haber sido multados alguna vez mientras circulaban en bicicleta. La mayoría de quienes han recibido sanciones son hombres: el 57% frente al 43% de las mujeres. El primer Barómetro Ciclista del RACC, presentado en 2018, concluyó que el 9% de los encuestados afirmaban haber recibido multas, por lo que la cifra se ha más que duplicado en estos años, lo que apuntaría a un mayor control de malas prácticas. El 60% dicen estar a favor de que haya sanciones en caso de incumplimiento de la normativa de circulación.
- Sólo el 11% de los ciclistas señalan que cuentan con un seguro específico de bicicleta, aunque el porcentaje se encuentra en crecimiento (en 2020 eran un 7%).
Recomendaciones RACC
Mejorar el comportamiento de los usuarios:
- Es necesario fomentar la formación y el conocimiento de la normativa de circulación urbana, por tanto, sería oportuno desarrollar una formación obligatoria y gratuita para los usuarios de la bicicleta que no tengan conocimientos previos del reglamento.
- Se debe fomentar la convivencia entre las bicicletas y el resto de los medios de transporte, sobre todo los VMP, ya que comparten espacio con los ciclistas.
- Hay que concienciar sobre los riesgos del uso de auriculares y del móvil mientras se circula en bicicleta e impulsar campañas de sensibilización sobre la importancia del uso del casco, y llevar timbre, luces y elementos reflectantes.
Mejorar la infraestructura
- Es necesario consolidar la calidad de la red existente, resolviendo puntos conflictivos en términos de seguridad como cruces, rotondas, y eliminando todos los carriles bici de las aceras y de los bidireccionales.
- Impulsar el uso de la bicicleta en el ámbito metropolitano, incrementando la conectividad con otros municipios con la ampliación de la red ciclista con características y diseños comunes en todo el área metropolitana de Barcelona.
- Valorar el diseño de los carriles bici implantados de forma provisional durante la pandemia y su uso para integrarlos en la red actual de bicicleta de la ciudad.
- Mejorar la señalización vial, con semáforos específicos y señales reflectantes o con luz.
- Reservar un espacio señalado específicamente para que las bicicletas se detengan en los semáforos para evitar aglomeraciones mientras los ciclistas esperan para cruzar, similar a la zona reservada para las motos.
- Auditar los carriles bici para detectar posibles peligros y asegurar su buen mantenimiento, como ya se hace con la red viaria con la metodología EuroRAP.
- Crear una red de estacionamientos seguros (en superficie y subterráneos), en los hubs de movilidad y también fomentar iniciativas privadas de aparcamiento.