Gallagher analiza el avance de los seguros cibernéticos en un contexto de riesgos crecientes
Los líderes empresariales y del sector asegurador están preocupados por la perspectiva de un ciberataque sistémico a gran escala, lo que se considera un riesgo de cibercatástrofe. Desde Gallagher Re advierten de que el seguro cibernético es un mercado en evolución y de rápido crecimiento, pero nunca ha tenido que lidiar con un evento de este tipo, lo que hace que una catástrofe cibernética sea inherentemente difícil de modelar y valorar.
En esta línea, la industria se ve obstaculizada por la falta de puntos de datos de escenarios tangibles, marcos de codificación de reclamaciones de catástrofes cibernéticas inconsistentes o inexistentes y un alto nivel general de incertidumbre. El riesgo de una catástrofe cibernética es, de acuerdo a Gallagher Re, el tema del tercer artículo de la serie de investigaciones de la firma Gray Rhino.
En esta ocasión, el artículo analiza la relativa infancia de los modelos cibernéticos, cómo el sector de reaseguros está gestionando sus exposiciones y la renuencia de los proveedores de capital a ofrecer soluciones rentables y sistémicas que aborden el verdadero miedo de los aseguradores a lo desconocido.
Entre los especialistas que han participado en el documento cabe destacar a Jennifer Braney, responsables de consultoría cibernética; Justyna Pikinska, directora global de análisis cibernético; y Ed Pocock, director de seguridad cibernética de Gallagher Re.
En línea ascendente
Según Gallagher Re, la demanda de seguros cibernéticos sigue creciendo y, tras aumentos en las tarifas de tres dígitos en los últimos tres años, las aseguradoras pueden tener más confianza en que están valorando el riesgo correctamente. Pero si bien la oferta de capital está aumentando en algunas partes del mercado, sigue habiendo renuencia por parte de los proveedores de capital a ofrecer soluciones rentables y sistémicas que resuelvan por el verdadero miedo de los transportistas a lo desconocido.
Las empresas también están buscando rutas para mitigar sus riesgos. El sector de la ciberseguridad ha logrado avances considerables desde el ataque NotPetya de 2017 para reducir la vulnerabilidad a los ataques. Nuevos acontecimientos, como el auge de la tecnología artificial. La inteligencia y la creación de nuevas herramientas de ciberseguridad ofrecen la perspectiva de una mejor gestión de riesgos.
Sin embargo, en las manos equivocadas, el artículo advierte que también podrían plantear interrogantes para los marcos de seguridad estadounidenses e internacionales, manteniendo al mercado en una situación difícil. estado de flujo. Los proveedores modelo están invirtiendo en mejorar sus capacidades, pero la industria de reaseguros requerirá más y mejores datos de clientes asegurados sobre sus vulnerabilidades cibernéticas y experiencia de pérdidas para mejorar los modelos y, por lo tanto, los precios.
Esto puede permitir una cobertura más granular, por ejemplo, al diferenciar entre grandes corporaciones y pymes: los primeros son vulnerables a ataques dirigidos, mientras que los segundos quieren asegurar su exposición a un evento de cola más larga que afecte a todo el sistema.