Lucía Bango (DGSFP): “Lo disruptivo en las insurtech no es la tecnología, sino la solución que proponen”
La responsable del Área de Conductas de Mercado de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), Lucía Bango, ha valorado el papel del sandbox financiero desde su creación y ha detallado el papel del supervisor, sobre todo, en su relación con los proyectos presentados. Lucía Bango pone de relieve que, en la mayoría de los casos, lo verdaderamente disruptivo que hay en los proyectos que se presentan al sandbox no es la tecnología en sí misma, sino las soluciones y modelos de negocio que proponen”. Así se ha expresado durante su participación en la jornada ‘Sandbox: análisis y diálogo sobre la gran apuesta de la regulación financiera´, organizada por la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI).
Señala que desde la DGSFP mantienen contacto con los promotores incluso antes de que presenten los proyectos al banco de pruebas: “Intentamos establecer un diálogo fluido y les ayudamos a pulir su proyecto para que lleguen suficientemente maduros y puedan ser viables. Lo hacemos así para apoyarles desde el primer momento a cumplir con todos los requisitos, porque a lo largo del proceso siempre surgen dificultades”.
Dentro de esta política de accesibilidad y comunicación permanente, la representante de la DGSFP comenta que recientemente han habilitado una dirección de correo electrónico específica para realizar consultas relacionadas con el sandbox, lo que facilitará aún más la comunicación de las startups con el supervisor.
Una de las dificultades que tiene las empresas que presentan proyectos al sandbox es cumplir con todas las exigencias normativas, especialmente en dos ámbitos: la normativa referente a la prevención del blanqueo de capitales y la regulación relativa a la protección de datos personales. Para Lucía Bango, “desde la primera cohorte del sandbox hasta hoy, hemos mejorado mucho todos los procesos y hemos logrado agilizar el cumplimiento de los requisitos formales en ambas áreas; lo cual es muy importante, porque cualquier carencia en alguno de estos apartados significa que el proyecto acabe siendo rechazado”.
Destaca que también se han encontrado casos en los que no existe una adaptación normativa para el modelo de negocio que proponen, lo que obliga a iniciar una fase de análisis para ver cómo enfocarlo desde el punto de vista regulatorio. Esto, no obstante, en muchos casos, implica involucrar a diversos ámbitos de la administración o varios ministerios para dar el correspondiente impulso normativo”.