Pilar González de Frutos: “Saber adaptarse a la ‘economía de las canas’ será clave para el futuro”
Durante su intervención en la jornada ‘Empresas en la era silver’, celebrada en Santander, la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos ha señalado la trascendencia que tendrá para todos los sectores la prolongación de la vida activa: “Este es un fenómeno en parte, pero sólo en parte, laboral. La reforma de las pensiones de 2011, que se desplegará en sus efectos hasta mediados de la próxima década, prevé un desplazamiento de la edad legal de retiro laboral de los 65 a los 67 años. Aunque es cierto que en nuestro espectro político hay fuerzas que propugnan la reversión de esta medida, creo que, sobre todo en el largo plazo, la tendencia no sólo no va a ser mantenerla, sino incluso profundizarla”.
Pero señala que trabajadores activos durante más años supone prolongar determinados patrones de consumo y demanda más allá del momento en que se despliegan hasta ahora. Como consecuencia, “si pensamos que el consumidor plateado ha ganado importancia en nuestras estrategias de negocio hasta el día de hoy, en realidad todavía no hemos visto ni la mitad de lo que veremos. El consumidor de las canas va a ser cada vez más consciente de su fuerza como consumidor, de sus necesidades específicas, y de su capacidad de colmarlas”. Y añade que , “si la prueba de fuego hace 40 años estaba en ser capaz de seducir a los consumidores jóvenes, en los años por venir, tal vez, la prueba de fuego del empresario exitoso será ser capaz de seducir de nuevo a esos mismos jóvenes; sólo que, cuatro décadas después, esos jóvenes son los que alimentan eso que llamamos economía de las canas”.
Al efecto de la longevidad sobre la economía, González de Frutos suma un segundo factor disruptivo: la digitalización. Pero hace una precisión importante: es un error identificar innovación o digitalización con nuevos consumidores. Creo que es exactamente al revés. Centrar el esfuerzo de la revolución tecnológica en transmitírsela a los consumidores más jóvenes sería un error estratégico de primer nivel, porque no es en estas capas de usuarios donde se encuentra la masa crítica que permite encontrar sinergias creadoras de valor. Lo primero debemos entender es que el perfil demográfico de nuestra oferta está cambiando, y que ese cambio hace que solo puedan ser exitosos aquellos productos que tengan un nivel adecuado de extensión intergeneracional.
Considera que el consumidor de las canas tiene necesidades específicas, que tienen que ver con su modo de vida y sabe, al tiempo, que herramientas como el internet de las cosas, el aprendizaje automático o la inteligencia artificial son susceptibles de aportar precisamente las soluciones que está demandando. No por casualidad la salud es uno de los campos donde la digitalización está dando algunos de sus pasos más apasionantes.
«Los aseguradores, ciertamente, gestionamos muchos procesos y productos relacionados con la longevidad; pero, respecto del apasionante proceso de cambio y evolución que se está viviendo actualmente, somos tan aprendices como cualquiera; ésta es una realidad sin expertos«.