Por Guillermo Prieto, director SaludOnNet Market Place

Hablamos de inteligencia artificial como una de las tecnologías más transformadoras de nuestro tiempo. De hecho, su impacto es de tal magnitud, que probablemente estamos ante uno de los fenómenos con más influencia en la sociedad de los últimos años, décadas, y quizás siglos.

Dentro de la inteligencia artificial destacan los procesos de aprendizaje, el razonamiento, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Una de las claves más importantes, y sin ninguna duda, el gran avance, lo representa la capacidad de aprender y mejorar con la experiencia. No hablamos únicamente de almacenar e interpretar grandes cantidades de información, hablamos también de cómo los sistemas aprenden con la experiencia, imitando un comportamiento casi humano, pero con una capacidad de análisis de información infinitamente mayor de la que nuestro cerebro puede asumir.

Cuando profundizamos sobre la inteligencia artificial y su impacto en el marketing aparecen muchas áreas de influencia: personalización y segmentación, marketing automation, chatbots, creación y optimización de contenido, análisis predictivo, retención de clientes, etc., si bien, una de las que personalmente más me interesan es cómo la inteligencia artificial mejora el engagement con el usuario.

Desde hace varios años, el gran reto de muchos colectivos y aseguradoras, sobre todo en los ramos de no salud, reside en generar engagement con el usuario de tal manera que éste perciba un valor más allá del producto contratado en sí mismo. Entidades tradicionales e insurtechs trabajan en diseñar productos con un componente de cuidado y prevención integral de la salud que incentive los buenos hábitos de vida, basados fundamentalmente en acciones relacionadas con la nutrición, el ejercicio físico y el bienestar emocional.

Estos productos, basados en la prevención y desarrollo de hábitos de vida saludable, han significado un avance en la relación con el usuario, se ha mejorado ese engagement tan buscado antaño y han supuesto un antes y un después en el valor percibido por el usuario. Ahora bien, ¿nos quedamos aquí o seguimos avanzando? 

Personalización y segmentación, las claves para maximizar el valor aportado al usuario y su engagement. Conocemos al usuario mejor que nunca, le ayudamos a mejorar sus hábitos de vida, conseguimos gran adherencia a nuestros programas de salud y bienestar, y descubrimos que cada usuario es único en su gestión, con sus propias rutinas, intereses, motivaciones, genética, etc. Estamos ante una situación idílica, pues en este momento tenemos la información y la tecnología para ofrecer productos de prevención completamente personalizados. Hablamos de revisiones, pruebas diagnósticas y de control que, de manera individualizada, ofrecidas en el momento oportuno, redundan en una verdadera política de prevención y control de la salud de las personas.

Podemos seguir evolucionando en la gestión integral de la salud de las personas, tenemos la tecnología y el conocimiento para hacerlo, y los modelos de sanidad que lo soportan, bien sea a través de la sanidad pública, el seguro de salud y/o nuestro modelo de SaludOnNet basado en el pago por uso de servicios médicos.