Protección Familiar y Decesos
Por Francisco Javier Caravaca, Gerente de Prestaciones Patrimoniales y Decesos, en Santalucía
El seguro de Decesos era un seguro tradicionalmente asociado a padres o abuelos que incluían en la póliza a familiares directos (hijos o nietos) hasta que estos continuaban el seguro a través de una nueva póliza. Actualmente este concepto está cambiando y somos más conscientes de la necesidad de un seguro que garantice las actuaciones necesarias tras el fallecimiento de una persona.
Cada vez más, el seguro de Decesos se percibe como un seguro orientado a evitar situaciones difíciles a los seres queridos, de forma que los trámites, situaciones o gestiones que inevitablemente siguen a un fallecimiento, se lleven a cabo con gran profesionalidad y empatía, lo que ayuda a la familia del fallecido a que, en momentos de gran desconsuelo, puedan despedir a su ser querido de una forma tranquila y serena.
Por tanto, el seguro de Decesos cubre ante todo “la tranquilidad” en la gestión del momento más doloroso y complicado que puede tener una familia, la pérdida de un ser querido. Esto es sumamente importante ya que este momento es la prueba de fuego para la aseguradora que presta el servicio y se posiciona en la emoción, el recuerdo y la recomendación o fidelización de las familias.
Todo esto hace que la edad de contratación inicial del seguro de Decesos esté descendiendo paulatinamente, lo que pone de manifiesto la “naturalización” social que poco a poco va ganando este seguro.
Cada día el seguro de decesos presta más servicios en vida orientados a poner en valor el abono anual de la póliza, impactando en aspectos puntuales de la vida diaria de los asegurados. Cada vez cobran más importancia los servicios digitales y coberturas personales y de protección familiar (asistencia en viaje, salud, bienestar, etc.).
La innovación en el seguro de Decesos pasa por ofrecer al asegurado servicios en vida, actualizar los productos a las nuevas necesidades culturales, sociodemográficas, económicas y emocionales de la población, y acercar y normalizar el asesoramiento a través de profesionales que entiendan al cliente actual. Esto ha sido especialmente importante en momento tan intensos como los que hemos vivido y seguimos viviendo por el Covid-19.
Son muchos los aspectos que nos diferencian, además de contar con casi 100 años de experiencia. Nuestros asegurados tienen una antigüedad media en póliza de 26 años: eso significa fidelidad, estabilidad, actualizaciones contenidas. Y es algo que se nos valora y que no es común. Personalizamos el servicio y lo adaptamos a la costumbre de la zona. Servicio que no prestan otras compañías cuya propuesta es más estandarizada y sin tener en cuenta ese aspecto. Casi la mitad de los servicios tienen traslado garantizado. La familia puede elegir tanto el lugar donde realizar la velación, como el lugar de inhumación o incineración.
También nos distinguen las coberturas complementarias: se amortiza año a año con esas garantías complementarias, más que opcionales. Como dijimos antes, Santalucía se ha hecho atractiva para un público cada vez más joven (el 60 % de las nuevas ventas corresponden a menores de 45 años) y a la nueva realidad del seguro de asistencia, incluyendo garantías que no solo cubren el fallecimiento, sino también situaciones del ámbito familiar como la asistencia en viaje, la cobertura médico-asistencial, como un capital de accidentes e invalidez, etc.
Otro rasgo muy valorado es que, en el momento de la prestación, un agente personal de asistencia acompaña a la familia durante el servicio, facilitándole toda la información que necesite, asesorándole en todo momento de cualquier duda que pudiera surgir. Contamos con proveedores homologados en todo el territorio nacional que prestan el servicio con las máximas garantías de calidad. Por otro lado, en el supuesto de fallecimientos traumáticos o de menores, la familia cuenta con atención psicológica in situ. Asimismo, es importante resaltar que las coberturas de nuestros seguros garantizan la gestión de la documentación post mortem y las pensiones de viudedad/orfandad.
A todo ello contribuye nuestra decidida apuesta por la tecnología y la digitalización que se está llevando a cabo en las prestaciones de decesos.
En definitiva, en Santalucía somos líderes desde hace casi 100 años. Una de las claves es que sabemos que nuestro asegurado es lo principal, y entendemos este seguro como una situación delicada en la que el trato es prioritario. Prestamos un servicio que permite a los seres queridos del fallecido no preocuparse de nada en momentos tan críticos, ocupándonos de todo. Porque, a diferencia de otros seguros, el de Decesos es un seguro en el que solo se tiene una oportunidad para prestar un servicio perfecto y eso es, al final, lo que nos distingue y por lo que somos líderes sectoriales.